Dulces delirios, que me adormecen durante el día, y me dejan insomne durante la noche.
No sé qué sería de mis pensamientos sin fiebre, tal vez no encontraría tiempo para pensar sobre todo y nada.
Últimamente pienso demasiado, tengo tiempo libre, el suficiente para que insomnio venga a darme la lata y casi siempre viene fiebre con él –malditos bastardos, planean hacerme la reina de las ojeras-.
He pensado que no sé qué hacer con migo misma, con mi vida, la empatía es una arma de doble filo, tan pronto como comprendes como se siente alguien, te pega sus “problemas”….pero son cosas que no arregle un café con un dragón, ahí está él, tan viejo y joven y tan sabio, me espera leyendo un libro en una lengua que desconozco, recoloca sus gafas y me mira divertido, mi cara ojerosa y mi cara de pocos amigos hacen que su cara cambie a seria y preocupada, sabe que algo no va bien.
Este dragón ha vivido tanto, me cuenta que cuidaba de mí desde pequeña, incluso la mañana que me escapé de casa sonámbula. Dragones sabios, me gustaría tener un tercio de su sabiduría, solamente, para saber cómo saber salir de este laberinto de pensamientos y sentimientos.
Este dragón me pregunta por Mec, mi gesto de negación le sorprende, pero no del todo “siempre has sido un puto desastre” dice dándole un sorbo a su café, lanza una mirada a la nada “eres fuerte a pesar de vivir al 50%”, solamente sonrío, un gesto estúpido que hace ver que no soy capaz de digerir el trozo de pastel…..
Maldita duende, ¿dónde te escondes? Ya no haces eco en mi risa y mis ojos perdieron tu chispa….Miro tu retrato, colgado en mi pared, tantas visitas preguntaron por quien era, yo solamente respondía con un “Mec, la duende”.
¿Por qué tengo tanta fuerza?, siempre me lo pregunto, cualquiera que sepa lo que he pasado sabe que me he cuestionado esto millones de veces y sabe por qué.
Darme por vencida es demasiado fácil, los caminos fáciles siempre son los equivocados, no hubiera conocido a personas que hoy en día son realmente importantes para mí, mi vida habría quedado en manos del viento que mecería dulcemente las ramas de un desolado y lúgubre cementerio, pero no me he dado por vencida, no lo haré, esperanza y fe, creo en mi, antes que en nadie más, creo en que todo el mundo es capaz de tener lo que desea si se pone a ello, sé que últimamente me repito, pero es la verdad, no podemos dejar que madre pereza nos gane, somos más que eso.
Ejemplos a miles, el mío es más cercano, una luchadora en todo su esplendor, horas ensayando, horas aprendiendo, la mitad de mi vida se la llevó el hip hop, mil lagrimas, rabias, frustraciones a porrillo, pero siempre con una sonrisa, siempre sabiendo que llegaría lejos, aunque no creyeran en mi yo sabía que solamente tenían que verme bailar.
Todos tenemos un don o un talento dentro de nosotros, da igual si naces con estrella o estrellado, lo ultimo es la más tonta excusa para no luchar “que más dá. Si no tengo suerte”, no vale con nacer con ella, también hay que buscarla, si te pasas el día en casa o delante de un pc es normal que no la tengas, culpo a las redes sociales y me meto en este saco, ¿cuántas tardes perdidas delante de la caja tonta y saturando internet?, pero aun asi, salgo a buscarme la vida….
Fiebres, dolor muscular, queridos mortales, son las 3 de la madrugada, recién llegada de bailar vengo y e insomnio puede conmigo, pero, hoy no me gustaría irme sin recordar a una persona que de verdad y de todo corazón le deseo suerte porque se lo merece.
Y aquí algo que me ha llegado al corazón;
“todo el mundo debería perseguir sus sueños, o lo que le gusta, y la verdad es
que tu eres una inspiración en ese sentido”
Gracias, no tengo otra palabra.
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