Cisnes, patos, contradicciones

Nunca pretendí ser un cisne.

Sé que los patos feos no lo somos ni seremos nunca.

¿Te he preguntado por si te parezco guapa?

Llegais a darme asco malditos cisnes.

Dejad a los demás que vivan su vida, al fin y al cabo, son sus vidas.

Malditos cisnes cuellilargos, siempre tan blancos impolutos, tan ángelicales como demoniacos, siempre arremetiendo con el pobre pato, porque no es tan hermoso....

Pobre pato.

¿Cuántas humillaciones sufrió? ¿Cuánto aguantó su pobre corazón?

El pobre pato, siempre escondido, en su rincón, llorando.

Su compañera soledad le acompaña, aveces juega con ella, aveces no.

Aveces sonrie, por una milésima de segundo, consiguió ser feliz.

Tiene miedo de la gente, aprende a estar sola, a pensar sola, aveces creo que ese pato todavía piensa solo.

Pero no deja de ser un pato, no se rinde, grita, llora, se enfada, pero pelea.

Ese pato soy yo, un pato feo, sin gracia, sin nada especial.

No me creo mis propias mentiras, creo ser demasiado sincera y descarada.

Admito amar sin ser amada, llorar por todo y nada, gritar cuando debo callar, mirar por la ranura de tus ojos y saber que hay detrás...

Creo no tener maldad en mi, ni tampoco envidia, creo ser la peor persona del mundo y la más valiente y cobarde.

Llena de contradicciones.
Llena de caramelos, de ilusiones.

Búscame en un trozo de estrella, pidiendo deseos a las personas.

(Tan sólo la primera parte, de algo no muy coherente).

Otro osito:

Gracias ♥